Título: Aguas Oscuras
Autor: Claudia Gray
Colección: Libro
autoconclusivo
Año: 2012
Editorial: Montena.
Colección ELLAS
Páginas: 345
ISBN: 978-84-8441-861-0
Contraportada
Un secreto amenazador.
Un viaje sin retorno.
Una oscura maldición.
La embarcación más lujosa de todos los tiempos, el Titanic, está a punto de zarpar con destino a Nueva York. En él viajará Tess, una chica de 18 años que trabaja como sirvienta y sueña con llegar a Estados Unidos para empezar una nueva vida, y también Alec, un atractivo viajero de primera clase, hijo de un poderosos magnate americano, por quien Tess siente una atracción instantánea. En un viaje marcado por la fatalidad, en el que los secretos más oscuros saldrán a la luz, Tess y Alec deberán romper la maldición que les acecha incluso en las oscuras aguas del Atlántico…
Puntuación
*****
Reseña (sin spoilers)
Tengo que admitir, y
cito tan literal como pueda a otra entrada de otro blog que ponía algo como “Sólo
Claudia Gray es capaz de meter hombres lobo en el Titanic y hacernos olvidar
del iceberg” (no está literal porque no recuerdo de cuál blog era, si
alguien lo sabe, pues que me saque de esta ignorancia), y la verdad es que le
doy toda la razón a quien escribió esa frase. Es increíble como pocas veces te
acuerdas de que sabes el final de la historia, de que sabes qué va a suceder en
las cercanías del final y aun así, lees con la convicción de que más adelante
no hay nada, de que están en un barco que no tiene ese fatídico final.
Pero entonces
recuerdas que el barco se llama Titanic, que hay un iceberg esperándolo a la
madrugada del 15 de abril y que la historia que se desarrolla, se va tener que
interrumpir bruscamente, porque nadie va a querer ahogarse o congelarse en
medio del Atlántico, ni siquiera los hombres lobo.
La historia se
introduce con una Tess harta de ser criada. Una criada que además es tratada
peor que un perro. Ella espera aprovechar el viaje que harán sus Señores en el
Titanic para ir a Estados Unidos y una vez en suelo americano, renunciar y
comenzar una vida nueva. Es el único sueño que alberga, hasta que empiezan a
suceder cosas un tanto extrañas a su alrededor. Primero un joven la salva de un
extraño lobo en plena ciudad, y después se encuentra con ese mismo joven en
medio del Titanic, ¿Coincidencia?
Como sirvienta, se ve
obligada a viajar en tercera clase, pero por ser la criada de una familia de
nombre, le ceden las llaves de una puerta que comunica la tercera clase con la
primera directamente. Es una llave que probablemente sólo tienen ella y los
otros dos sirvientes de la familia Lisle. Es en ése trayecto, yendo de un lado
al otro, donde suceden varios acontecimientos importantes de la novela, y
siendo sincera, creo que la autora lo supo manejar bastante bien.
Tess no es la típica
chica “sálvenme por favor” como ya conocerán a varias otras. Es una sirvienta,
alguien que sabe apañárselas por sí misma, aunque claro, de vez en cuando
necesita que le echen una manita, pero en sí mismo, la chica es racional, es
inteligente, tiene altas expectativas de la vida pese a que su pasado no es el
mejor y su futuro es completamente incierto. Ella no se deja vencer, y creo que
en ningún momento del libro la escuchamos quejándose de su condición, lo cual le
da mil puntos extras, porque a veces tenemos que tragarnos a cada chica…
Creo que de lo único
que me puedo quejar, es que no hubo más lobos. Me explico: hubo lobos, sí, pero
no con toda la acción que yo esperaba, aunque claro, tomando en cuenta que se
encontraban en un barco con pasillos estrechos y que nadie pretendía que se
dieran a conocer en plena cubierta, es razonable.
La historia de amor,
aunque rápida, es bonita y sinceramente se me hizo de lo más tierno. Lo de
rápida no se podía hacer nada, porque es un libro autoconclusivo y tenían el
tiempo contado; sólo los días que el Titanic estuviera en el mar. Aun así, se
desarrolló bastante bien, no noté que le metiera prisas en ningún momento, y en
general el libro me sacó sonrisas y lágrimas, suspiros y momentos de “no quiero
soltar este libro hasta que se termine”.
¿No les gusta la portada original? A mí sí :D |
También hay que mencionar a Alec, un chico que no es malo, es todo lo contrario, un ángel caído del cielo, una belleza de hombre. Alec es un amor, a mí personalmente, me encantó. No es el típico chico malo, ni por ser esto o lo otro. El joven intenta ser lo más normal del mundo, aunque tiene todos sus traumas y sus problemas, pero se preocupa por las demás personas como por él mismo. Es uno de los pocos protagonistas que de verdad siento que nos cautiva por su bondad.
El final es bonito. Cierto
que a algunos les gustará quitar un par de capítulos finales, pero no es un mal
final, me gustó lo suficiente para darle una buena nota al libro, y si le bajé
ese medio punto, es sólo por el detalle que mencioné arriba de los lobos (me
gustan los hombres lobos, qué le vamos a hacer).
Me dejó un gran sabor,
y con gusto lo leería de nuevo. Claudia Gray es una buena escritora, con todo
su poder para endulzar las relaciones, pero aun así, a mí me gusta.
¿Ya lo leyeron? ¿Se
les antoja hacerlo?
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