Título: Prohibido.
Autor: Tabitha Suzuma.
Año: 2013.
Editorial: Oz.
Páginas: 384.
Contraportada.
«No podemos. Si empezamos, ¿cómo vamos a pararlo?».Lochan y Maya siempre se han sentido más amigos que hermanos. Ante la incapacidad de cuidarlos de su madre alcohólica y la ausencia de un padre que los abandonó, los dos jóvenes deben hacerse cargo de sus tres hermanos menores y esconder su situación a los servicios sociales, porque ninguno de los dos es mayor de edad.La responsabilidad que comparten y las dificultades a las que se enfrentan les unen, hasta empujarlos a enamorarse. Ambos saben que su relación está mal y que no debe continuar, pero al mismo tiempo no pueden controlar sus emociones y la atracción que los domina.
Puntuación.
*****
Reseña (sin spoilers)
¿Cómo empezar a reseñar este libro? Había escuchado tantas cosas de él, muchas eran buenas, había leído un par de reseñas no tanto, pero al final todos decían que era un libro maravilloso. Y después de que leyera tanto sobre él, creo que tenía muchas altas espectativas. Quizás no las cumplió todas, pero aun así, el libro se merece las cinco estrellas que le estoy dando, por la facilidad con la que lo leí, la forma en que me enganchó desde el inicio y la narrativa.
Vayamos desde el inicio y lo que más me impactó de Tabitha Suzuma; su forma de escritura. La forma en que plasmaba los sentimientos en las páginas y la fluidez con la que los lees y los comprendes, te sientes identificado, sientes la misma desesperación que los personajes. En el caso del personaje masculino principal; Lochan, esto se demuestra de forma perfecta. Su caso es singular en la literatura (al menos para mí) y la forma en que Suzuma abordó el tema y lo describió, cada pequeño detalle de la forma en que Lochan mira el mundo, la forma en que él intenta ser normal, y no lo logra, el esfuerzo que hace día con día aunque el simple hecho de mirar a una persona a la cara sea un calvario. Todo quedó para mí terriblemente acertado y lo compartí con él. Me sentí muy identificada con ese personaje y es quizás una de las principales razones por las que el libro me gustó tanto. Había páginas repletas de palabras, de pensamientos, sin ningún diálogo. Páginas que en ocasiones se hacen pesadas, en este libro fueron geniales.
Y luego tenemos los personajes, son pocos, pero cada uno se gana un pedacito de corazón. Lochan y Maya, los hermanos mayores de una familia disfuncional que luchan día a día por sacar a sus hermanos menores adelante. Kit, el chico adolescente que lucha por detestar y odiar a todos a su alrededor, pero que al final demuestra que todo es un simple caparazón para ocultar a un chico sensible. Tiffin, el hermanito de siete años al que le encanta el fútbol, inocente y dulce a su manera. Willa, la hermana menor, con apenas cinco años, que intenta ser madura y vivir el día a día al lado de sus hermanos. Los conocemos a los cinco, a pesar de que el libro está contado en primera persona por Lochan y por Maya, alternándose capítulos, los conocemos muy bien y los llegamos a querer y a comprender.
Y luego llegamos al que para muchos, sería el tema peliagudo de la cuestión; la relación amorosa. No es spoiler decir que este libro tiene incesto puro y duro. No es la clase de relación que nace de la noche a la mañana, Maya y Lochan llevan viviendo juntos toda la vida, apoyándose el uno en el otro ante las eventualidades del día y del quehacer. Tienen en sus espaldas los pesos de tres niños y luchan por mantener a la familia junta, por aparentar ser felices y que los servicios sociales no descubran sus secretos. Su relación se va formando con el tiempo, hasta que llega un punto en donde les es imposible aparentar indiferencia. Se enamoran, de forma justificada o no, se enamoran y su amor es el más puro y verdadero que puede existir. Sin embargo, no es fácil y ambos lo saben. Aunque para uno parece ser más fácil que para el otro, saben que lo que sienten y lo que hacen no es correcto y que deberían poder resistir. ¿Pero cómo poder resistirse a algo que les es necesario para vivir?
Y conforme vamos avanzando en los altibajos que sufren estos dos chicos en su amor imposible y totalmente fuera de la ley, nos vemos amenazados por un final que, sinceramente, yo no vi venir. Es la clase de final que te deja de piedra, que relees al menos un par de veces más para asegurarte que eso es, que lo que leíste es correcto. Y lo es. Lo es.
Yo sólo puedo decir que este libro me encantó. Tiene sus fallos, no es perfecto. Quizás un cinco es una nota demasiado alta, pero es la nota que merece a mis ojos. Es un libro que tenía muchísimas ganas de leer y que mereció toda la espera. Que te mantiene en vilo y en un sube y baja de emociones. No pararás hasta acabarlo.
¿Ya lo han leído? ¿Les gustó? ¿Qué les pareció?